Hoy hablamos sobre un tema más técnico dentro del mundo de la joyería. Muy interesante y útil para aquellos curiosos y aquellos que estáis pensando en comprar alguna joya en oro blanco.
En este artículo explicamos qué es el oro blanco y todo lo que necesitas saber sobre este metal.
El oro blanco es una aleación del oro amarillo. Está hecho de oro puro, mezclado con metales de aleación que tienen un color blanco plateado, como el paladio y la plata.
¿Qué son los quilates?
El quilate nos indica qué porcentaje del metal es, en realidad, oro puro. Cuanto más alto es el quilate, más oro de 24 quilates contiene (24 quilates es oro puro).
En joyería oímos hablar sobre oro de 9, 14 y 18 quilates, nunca de 24K. Esto se debe a que el oro puro (24K) es un metal muy blando que, si hiciéramos piezas de joyería con él, estas se romperían y se deformarían con mucha facilidad. De aquí nace la necesidad de hacer una aleación con otros metales que lo endurezcan y, en el caso del oro blanco, conseguir el color blanco deseado.
Por ejemplo, el oro blanco de 14 quilates consiste en un 58 % de oro puro; el resto es paladio y plata. En cambio, el oro blanco de 18 quilates contiene un 75 % de oro puro, y el 25 % restante es paladio y plata.

El paladio
Es importante destacar que dentro de ese 25 % puede haber más cantidad de paladio que de plata, o a la inversa. ¿Cuál es mejor?
El paladio es un metal, si no más, igual de caro que el oro. Hace que el color sea más blanco y aporta mayor calidad a la pieza. Cuanta más cantidad de paladio, mejor será la aleación del oro blanco. Lo más común es utilizar un 10 % de paladio y un 15 % de plata.
En Solá Joiers utilizamos un 15 % de paladio, haciendo de todas nuestras piezas de oro blanco la mejor aleación posible para evitar que aparezca el color amarillo con el paso del tiempo.

Baño de rodio
Además de las aleaciones mezcladas con el oro puro, las joyas de oro blanco también están recubiertas con un metal precioso conocido como rodio. El rodio proviene de la misma familia de metales que el platino.
Aporta más resistencia y durabilidad y, lo que es más importante, un brillo de superficie blanca realmente intenso, lo que lo convierte en el metal ideal para recubrir y proteger joyas.

¿Por qué el oro blanco finalmente comienza a parecerse al oro amarillo?
Con el tiempo, el revestimiento de rodio se desgasta, revelando el color dorado amarillo que hay debajo.

¿Esto es normal?
Sí, es completamente normal. Finalmente, todas las joyas de oro blanco comienzan a mostrar un color amarillo dorado. Unas más que otras, según la aleación que tenga el metal.
La rapidez con que esto suceda depende de muchos factores, como el nivel de pH de tu piel y con qué artículos de tocador o productos químicos domésticos entren en contacto las joyas. Incluso factores ambientales, como la cantidad de contaminación en tu zona, pueden influir en la rapidez con la que el oro amarillo comienza a mostrarse.

¿Qué se puede hacer al respecto?
Se puede evitar si compramos oro blanco de calidad, con una aleación del 15 % de paladio. Como hemos explicado antes, esto evitará que la pieza se vuelva amarilla.
Otra opción es hacer que la joya se vuelva a recubrir con rodio de vez en cuando, y así recuperar el color blanco deseado.